La pequeña Zoe Carew de 7 años, viajaba con sus abuelxs en coche cuando vio una señal en la calzada donde decía “Electricista” (lineman), aunque en la obra había tantos hombres como mujeres trabajando. Le pareció injusto y decidió remitir una carta a la Agencia de Transporte de Nueva Zelanda, que respondió asegurando que en adelante las señalizaciones llevarían escrito las palabras “personal electricista” (linecrew).

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